ENSAYO

NUESTROS AÑOS SESENTA

OSCAR TERÁN

(Siglo XXI – Buenos Aires). 

Este libro de Oscar Terán (aparecido por primera vez en 1991) merecía la cuidada edición, preparada por Hugo Vezzeti. La obra debe valorarse junto con el libro de Silvia Sigal, Intelectuales y poder en la década del sesenta. Los dos autores (entrevistados al final) fundan un modo de pensar una de las etapas más debatidas de la historia intelectual argentina. Ponen en escena las posiciones de los intelectuales de las “nuevas” izquierdas frente el peronismo y el socialismo, el modernismo y la tradición; el liberalismo y el nacionalismo. El título de Terán, morigerado por el subtítulo, es casi romántico: Nuestros años sesentas. Vezzetti plantea que resalta de entrada la pluralidad de rostros y tramas de la década, “una zona de la cultura intelectual impregnada por la historia política”. Se trata, siempre en palabras del agudo prologuista, de un teatro de extrema movilidad, en la que el llamado al compromiso de Sartre se convierte en imperativo de intelectuales, clasificados como “contestatarios”, “críticos” o “denuncialistas”.

El ensayo se mueve en el doble registro que avistamos desde el título: autobiográfico e histórico. Y acepta el espesor de su experiencia personal y social al inicio y al, final. “La experiencia más remota tiene que ver con mi llegada a Buenos Aires en 1956, cuando se superponen el impacto de la vida urbana... y el descubrimiento del peronismo. Cuando llego a Buenos Aires voy a vivir a un pensión cerca del barrio de Caballito, cerca de la fábrica Volcán y descubro que todos mis compañeros de pensión eran implacablemente peronistas”.

Un libro que se mueve entre épocas, lo 60 y los 90. Fue escrito en México, después del golpe, marcado por el exilio agobiado por la necesidad de dar cuenta de un itinerario desde un horizonte de derrota y crisis, inclusive desde la tragedia. No elude preguntarse por la dimensión moral y debe remarcarse la heterogeneidad de materiales que abarca espacios intelectuales que van desde Contorno hasta Pasado y Presente.

En el balance Terán reconoce la necesidad de la lectura crítica pero, al mismo tiempo, también rescata como herencia inalienable la promoción de valores como la crítica al poder, la apuesta por un mundo justo y solidario. Y finaliza: “Quien en aquellos años conoció la esperanza, ya no la olvida: la sigue buscando bajo todos los cielos, entre todos los hombres, entre todas las mujeres...”

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Carmen Perilli